jueves, 31 de mayo de 2012

Capacidades docentes para una buena enseñanza (Denise Vaillant)

En este texto, denominado "capacidades docentes para una buena enseñanza", se trata de definir al "buen docente". Para ello, se recurre al estudio de varios autores como pueden ser: Darling-Hammond, Vaillant y Rossel, Nuthall, Hunt, McBer, etc.

La mayoría de estos autores, coinciden en lo mismo. El buen docente es aquel que tiene la capacidad de obtener resultados adecuados, pero también la habilidad de obtener más y mejores logros personales en sus alumnos/as. La labor del maestro parece estar directamente relacionada con la actividad de enseñanza, pero también con la situación socio-económica de los maestros y profesores, con los factores contextuales que afectan a su trabajo y con la valoración social de su tarea.

A pesar de que en el mundo existe una gran variedad de culturas en cuanto a escuelas y resultados, los autores nombrados anteriormente, coinciden en que el buen docente es aquel que se compromete y tiene una actitud positiva hacia los estudiantes, conoce las materias que enseña y las metodologías para impartirlas, se responsabiliza en la gestión del aprendizaje estudiantil, tiene la capacidad de generar un clima de aula que motive a los estudiantes, reflexiona acerca de sus prácticas y experiencia, participa en comunidades de aprendizaje y lo más importante, percibe las condiciones en las que se desenvuelven sus alumnos, para así poder darle a cada uno lo que verdaderamente necesita.

Tampoco es una tarea simple elaborar un listado de capacidades para una buena docencia, ya que cada docente actúa en su clase con un grupo de particularidades, pero existen un conjunto de capacidades docentes que influyen en los estudiantes, y tienen que ver con dos grandes dimensiones:

- Dimensión cognitiva-académica, en la que se incluyen la cualidad y la cantidad de saberes del docente, sus estrategias pedagógicas y su efectividad en la transmisión y construcción de conocimientos en el colectivo infantil.
- Dimensión vincular-afectiva, en la que se incluyen la transmisión de valores morales y éticos, como pueden ser: motivación, liderazgo, empatía, espíritu emprendedor, buena disposición, actitud positiva, etc.

En definitiva, la formación y el desarrollo profesional docente parecen ser clave en los países que logran sus mejores resultados educativos.

Opinión grupal


Nosotros estamos completamente de acuerdo con el texto, ya que consideramos crucial para los alumnos la buena formación de su maestro/a. Este debe estar en continua formación y no quedarse estancado, sino que debe ir al ritmo que la enseñanza y los nuevos métodos requieran.

Además, también coincidimos en que el buen docente, no es aquel que exclusivamente obtiene buenos resultados académicos, sino que también conoce a sus alumnos, a sus contextos, sabe motivarlos y darle a cada uno lo que necesita, y le da una serie de valores que le durarán el resto de su vida.


No hay comentarios:

Publicar un comentario